Perfeccionando el arte de platos sucios y las siestas perdidas


Antes, cuando Katie era poco más que un corto pila de rollos de grasa desarrollé una bastante curiosa fantasía. En mi mundo imaginario todos los niños llegaron con tres interruptores en la espalda: Él sólo exigió mucho, yo estaba tan hormonal, y yo no tenía todos esos sentimientos-ooey pegajosa que las personas parecen tener a sus bebés.

Caitlin H (el énfasis es mío)

¿No encanta esta chica por su honestidad? Sus palabras me llevaron de vuelta al principio de todo. Un momento en que me sentí vergüenza por mi resentimiento por la falta de sueño y la pérdida de la libertad. Los días en que yo creía ser una buena madre estaba a punto de perfeccionar el arte del equilibrio ... no aprender a sonreír con los ojos que arden con el agotamiento, sirven de avena para la cena y tiran los platos sucios en el horno cuando la empresa se detiene por.

Si los bebés realmente vinieron con interruptores pude evitar tener que recoger a Katie como un fútbol y pernos de la cama cuando ella comienza a bramar en su sueño (Miqueas es de tres pies de distancia, durmiendo). Yo podría haber eliminado en realidad el esmalte de uñas de los pies que me puse para Nacimiento de Miqueas en lugar de poco a poco viendo mella durante cuatro meses (perfectamente limpio, pero esas cutículas, uff!).

Un montón de cosas podría haber sido diferente, pero me alegro de que no lo eran. Porque, sinceramente, los largos tramos entre los momentos brillantes ... esos son los campos donde se cultiva el amor. Esos días en que todo salió mal, que me hubiera remitido rápido a través de sin pensarlo dos son donde gané cada onza de paciencia he ganado. Todavía estoy en el pijama que llevaba ayer y no he tomado una ducha aún, pero me pongo el resplandor de alguien que está aprendiendo a amar. Y tu también.

Buen trabajo, mamas !!! (porque todos tenemos que escucharlo de vez en cuando :))

** Gracias a Caitlin para dejarme compartir parte de su historia. Para una actualización sobre cómo se siente en estos días echa un vistazo a su carta a su hijo.



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