Biomarcador puede conducir a prueba para el síndrome de fatiga crónica


La investigación médica ha encontrado biomarcadores para el síndrome de fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica (SFC) ha sido minimizado o ridiculizado porque no existe una prueba específica para ello. Esta semana, los investigadores anunciaron la búsqueda de biomarcadores en los pacientes, lo que ayuda a mostrar que las condiciones es biológica en lugar de un trastorno psicológico. Estos biomarcadores pueden conducir a pruebas que pueden ayudar a diagnosticar el SFC.

Investigadores de las universidades de Columbia, Stanford, Harvard y probaron la sangre de varios cientos de personas con y sin síndrome de fatiga crónica de sustancias llamadas citoquinas, que son proteínas que actúan como comunicadores para el sistema inmunológico. Cuando se dividieron los pacientes con SFC en dos grupos, los que tenían la condición de menos de 3 años y los que tenían ya, encontraron marcada diferencia en los niveles de citoquinas y estos niveles también diferían de los del grupo sano. Los pacientes que habían tenido CFS menos de 3 años tenían una activación importante de citoquinas, mientras que los que estaban enfermos ya tenido menos actividad de citoquinas.

Estas citoquinas pueden conducir a pruebas para el SFC, que pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad y ayudar a disipar dudas sobre la existencia del síndrome. "Ahora tenemos pruebas que confirmen lo que millones de personas con esta enfermedad ya saben - que EM / SFC no es psicológico", dijo Mady Hornig, profesor asociado de epidemiología en la Universidad de Columbia, quien es co-autor del estudio.

Síndrome de fatiga crónica a veces se llama encefalomielitis miálgica (ME). El Instituto de Medicina ha sugerido recientemente que el cambio de nombre de la enfermedad intolerancia esfuerzo sistémico. CFS es condición marcada por la desactivación de la fatiga física y mental, dolor muscular y articular, y problemas con la concentración y la memoria debilitante. Nadie conoce la causa y no hay cura, aunque la mayoría de los casos parecen ocurrir después de una infección viral. La terapia cognitivo conductual ha ayudado a algunos enfermos. SFC afecta a unos 17 millones de personas en todo el mundo y un millón de personas en los Estados Unidos.

El estudio fue publicado en la revista Los avances de la ciencia.


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