El abuelo murió de un corazón roto 21 horas después de perder a su esposa


Abuelo murió de un corazón roto

77 años de edad, George Pittman murió de aneurisma torácico, en su mayoría causadas por un corazón roto, después de perder a su amada esposa Pat.

El 13 de noviembre, la señora Pat Pittman fue ingresado en el Hospital de la Universidad de North Tees en Cleveland, Ohio después de que sus médicos encontraron una sombra en uno de sus pulmones. Desde que fue confinado, su amado esposo George se negó a salir de su lado.

George, él estaba enfermo y se instó por enfermeras y médicos para ser confinado en el hospital James Cook, que está a diez millas de distancia de donde fue Pat. A pesar de la urgencia de su consejo médico, George se quedó con su esposa, dando a las enfermeras más remedio que poner una cama en la habitación con Pat.

Sucumbir a su enfermedad, la patente expiró en el hospital con su marido sosteniendo su mano. Como ella estaba escapando, George voz baja susurró "cierra los ojos, me voy contigo".

21 horas más tarde, George cumplió su promesa a su esposa moribunda. Él murió de un aneurisma torácico provocado por los años de la enfermedad y la triste pérdida de su querida esposa de 55 años.

Un aneurisma pecho (también conocido como aneurisma de aorta torácica), es cuando se forma un bulto en la pared interior de la aorta. La formación es a menudo causada por un coágulo sanguíneo. La vista de la formación se debilita y se ve agravada por la hipertensión. La edad es uno de los principales factores que contribuyen a las muertes ligadas a aneurismas.

Después de descubrir la causa de George de la muerte, los médicos y sus hijos George admitió que, literalmente, murió de un corazón roto.

George y Pat están sobrevivieron 5 hijos y sus cónyuges, 14 nietos y 10 bisnietos. Un funeral conjunto para la pareja inseparable fue preparado por su familia.

En un giro conmovedor hasta el final de su historia de amor, la hija mayor de la pareja Jacqueline Gofton compartió que su padre pidió a la enfermera que estaba atendiendo a él cuál era su nombre. Para su sorpresa agradable, la enfermera respondió "Pat".


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