Lo mató el oso polar del zoológico puede llegar a ayudar a las personas


Knut, el oso polar, un animal querido en el zoológico de Berlín, tuvo una encefalitis raro que también afecta a las personas.

Knut, el oso polar era un animal querido en el zoológico de Berlín cuando murió hace cuatro años. Su muerte repentina perplejo veterinarios que estaban ansiosos de mantener otros animales sufran el mismo destino. Pero lo que se enteraron de lo que mató a Knut puede ayudar a crear conciencia pública a una condición similar que afecta a los humanos, y posiblemente salvar vidas humanas.

Knut fue de 4 años cuando murió en marzo de 2011. Él sufrió lo que parecía un ataque y se desplomó en la piscina en su recinto en el zoológico de frente a cientos de visitantes. Una autopsia determinó que Knut sufría de una inflamación del cerebro. Inicialmente, los científicos pensaban que la inflamación había sido causada por una infección, pero esa teoría se descuentan más tarde.

Los investigadores del Instituto Leibniz para Zoo and Wildlife Research, que lideró gran parte de la investigación inicial sobre la muerte de Knut, poner el asunto a un lado, en la creencia de que podría tomar décadas para averiguar por qué Knut murió.

Pero entonces ellos recibieron una llamada de un neurólogo en el hospital Charité de Berlín llamado Harald Pruess quien también es investigador del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas. Señaló que el caso de Knut mostró similitudes con pacientes humanos con una enfermedad llamada encefalitis anti-receptor de NMDA. Es una enfermedad autoinmune donde el cuerpo ataca sus propias células cerebrales. Esta encefalitis fue descubierto en los seres humanos hace 8 años y nunca se había visto en los animales. Knut resultó tener la encefalitis anti-receptor de NMDA.

Si los cuidadores del zoológico habían sabido lo que tenía Knut, podrían haberlo tratado con cortisona, un medicamento que suprime el sistema inmune, y es lo que se utiliza para tratar a las personas con encefalitis anti-receptor de NMDA. Las personas con la condición suelen ser capaces de volver a la vida normal después del tratamiento, aunque algunos tienen problemas de memoria y dificultad para concentrarse. Knut podría haber sido más probabilidades de sobrevivir si no hubiera caído en la piscina cuando tuvo convulsiones.

La enfermedad es todavía relativamente desconocido en caso humanos- de Knut puede ayudar a crear conciencia de ello. Afecta al menos uno de cada 200.000 personas cada año. Los síntomas incluyen cambios de comportamiento repentinos.

La investigación fue publicada en la revista Informes científicos Naturaleza.


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