Las implicaciones peligrosamente reales de la obesidad infantil


La obesidad infantil es una preocupación creciente.

De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón, la obesidad infantil se está convirtiendo en uno de los temas más urgentes que los niños de hoy se enfrentan. Los estudios han demostrado que los niños obesos tienen una mayor tendencia a llevar a esta condición en sus etapas adolescentes y adultos. De hecho, la obesidad infantil ahora se cree que aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares y del aparato locomotor que se manifiestan como una serie de condiciones de salud como la diabetes, presión arterial alta, colesterol alto, e incluso el cáncer del niño.

Preguntas en cuanto a por qué hay un aumento significativo de los casos de obesidad infantil han sido abordados por expertos de la Sociedad de la Obesidad, citando dieta poco saludable y el sedentarismo son los principales culpables. Explican que la proliferación de alimentos y calorías vacías no saludables, sobre todo de la gran selección de comida rápida y una exposición alarmante a la comida basura, han influido mucho en la forma en que los niños comen hoy en día. En años anteriores, los alumnos normalmente se les ha permitido tener una merienda en un día, mientras que un conjunto similar de los niños de hoy consume hasta seis veces de esa cantidad.

Además de sus hábitos de alimentación, cada vez más niños parecen estar mostrando una notable falta de interés en las actividades físicas. Donde los niños solían ser físicamente activo e interactivo antes, la mayoría de los niños de hoy sería más feliz sentado en el interior de la casa delante de una consola de juegos o ponerse al día con sus amigos y se va en los medios sociales. Estos ejemplos ponen de manifiesto que los cambios de estilo de vida que se están produciendo en la sociedad de hoy en día pueden estar mejorando la tecnología vidas sabio, pero están creando al mismo tiempo un impacto negativo en la salud de nuestros hijos.

A pesar de que la obesidad infantil se ha dado un giro alarmante en los últimos años, la mayoría de los padres no están tomando la condición suficientemente en serio y, a menudo no reconocen el hecho de que sus hijos son obesos hasta después de su peso comienza a afectar su vida cotidiana. Según una encuesta reciente, los niños de 6 a 11 años han mostrado un aumento del 18% en la obesidad entre 1980 y 2012, mientras que los adolescentes de entre 12 y 19 años tienen un 21% de aumento en la obesidad durante el mismo período.


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